Mañana es día de elecciones. Todo el mundo tiene claro a quién votará o qué hará en las urnas menos yo.
Llevo semanas viendo todos los debates políticos, escuchando todas las opiniones de amigos, políticos, compañeros, familia, etc.; he leído en todos los periódicos y demás medios de comunicación escrita todos los artículos que se han puesto a mi alcance, incluidos los que sostenían las creencias más absurdas y extremistas. He oído a toda clase de gente y todo tipo de juicios y valoraciones, algunos tan vehementes, acalorados y alterados que francamente, me han llegado a asustar, pues más que intentar convencer me parecía que intentaban amedrentar. A veces, en mi submundo, me imaginaba a ese tipo de gente sacando un garrote del cinturón, con su cara roja como un tomate y gritando:” Si no votas a Fulanito te meto una mamporro en el cogote”
Cuando tengo alguna duda me gusta hablarlo con mi hijo. Y no porque sea –que lo es– muy razonable y lógico en sus pensamientos y apreciaciones, sino porque es una de las pocas personas que conozco que escucha y opina sin esa vehemencia agitada y hasta agresiva que como dije antes me asusta. Pero sobre todo porque Richi nunca te mira ni te contesta con esa especie de superioridad y altivez con la que te suelen mirar y contestar ciertos personajes que parecen decirte –si es que no te lo dicen tal cual– que eres una nulidad completa por pensar de esa manera. Vamos, como si en vez de ser yo una persona fuese una albóndiga frita. Con Richi nunca es así. Siempre hablamos de igual a igual.
Desde hace unos días tenía decidida mi postura: la abstención. Postura que por supuesto se me ha criticado duramente y con saña por todo el mundo a excepción de mi marido y mis hijos. Pero justo ayer va una banda terrorista y le pega cuatro tiros a un pobre trabajador asalariado.
Sabiendo que dicha banda terrorista pide la abstención le comento a mi hijo que después de semejante barbaridad, he decido ir a votar. Mi hijo me escucha y sabiendo que siempre he defendido que las acciones terroristas nunca deben alterar tu sentido de la vida ni del voto, me dice: “Si lo haces, entonces la banda terrorista sí habrá conseguido que cambies tus ideas con sus atentados”.
¡Narices! Pues tiene razón Richi. ¡Será posible! Estoy en una encrucijada, es como una paradoja. Haga lo que haga: mal.
Si me abstengo haré lo que predican, si no me habrán hecho cambiar de opción.
Lo dicho, mañana es día de elecciones y todavía no sé qué haré.
Llevo semanas viendo todos los debates políticos, escuchando todas las opiniones de amigos, políticos, compañeros, familia, etc.; he leído en todos los periódicos y demás medios de comunicación escrita todos los artículos que se han puesto a mi alcance, incluidos los que sostenían las creencias más absurdas y extremistas. He oído a toda clase de gente y todo tipo de juicios y valoraciones, algunos tan vehementes, acalorados y alterados que francamente, me han llegado a asustar, pues más que intentar convencer me parecía que intentaban amedrentar. A veces, en mi submundo, me imaginaba a ese tipo de gente sacando un garrote del cinturón, con su cara roja como un tomate y gritando:” Si no votas a Fulanito te meto una mamporro en el cogote”
Cuando tengo alguna duda me gusta hablarlo con mi hijo. Y no porque sea –que lo es– muy razonable y lógico en sus pensamientos y apreciaciones, sino porque es una de las pocas personas que conozco que escucha y opina sin esa vehemencia agitada y hasta agresiva que como dije antes me asusta. Pero sobre todo porque Richi nunca te mira ni te contesta con esa especie de superioridad y altivez con la que te suelen mirar y contestar ciertos personajes que parecen decirte –si es que no te lo dicen tal cual– que eres una nulidad completa por pensar de esa manera. Vamos, como si en vez de ser yo una persona fuese una albóndiga frita. Con Richi nunca es así. Siempre hablamos de igual a igual.
Desde hace unos días tenía decidida mi postura: la abstención. Postura que por supuesto se me ha criticado duramente y con saña por todo el mundo a excepción de mi marido y mis hijos. Pero justo ayer va una banda terrorista y le pega cuatro tiros a un pobre trabajador asalariado.
Sabiendo que dicha banda terrorista pide la abstención le comento a mi hijo que después de semejante barbaridad, he decido ir a votar. Mi hijo me escucha y sabiendo que siempre he defendido que las acciones terroristas nunca deben alterar tu sentido de la vida ni del voto, me dice: “Si lo haces, entonces la banda terrorista sí habrá conseguido que cambies tus ideas con sus atentados”.
¡Narices! Pues tiene razón Richi. ¡Será posible! Estoy en una encrucijada, es como una paradoja. Haga lo que haga: mal.
Si me abstengo haré lo que predican, si no me habrán hecho cambiar de opción.
Lo dicho, mañana es día de elecciones y todavía no sé qué haré.
10 comentarios:
culo.
El solito da para un gran debate .
Me hqas hecho reir al principio con lo del garrote pero luego he pensado que es así. Es cierto que van con el garrote del miedo para que votes, para que no haya terroristas, para que estés segura, ara que pongan más cámaras de control y más impuestos, para que otros decidan por tí, para cobrar un gran sueldo en el Congreso, para meterte por las narices los símbolos y las banderas de la madre Patria, para hacerte creer que hay una madre Patria, para que te desentiendas, para que te idiotices, para gestionar tu vida, para hacerte creer que el bienestar ecnómico que has conseguido a fuerza de sudor y láqgrimas lo tienes gracias a ellos y para que tengas miedo de perderlo si ellos desaparecen....ôdría seguir así hasta la noche.
Pero no has notado que en agosta todo funciona igual y que los que manejan el cotarro están de vacaciones.
No has visto que en los dos o tres pueblos que funcionan en el estado Español con una democraccia directa todo va mejor y la gente está más ilusionada y más implicada.Hasta los abuelicopos van a la asamblea.
Y es que da mucho gusto saber que nadie decide por tí.
Ah, por cierto Richi es tremendo, siempre tiene razón.
Yo no votaré a nadie que defienda esta mierda de Constitución que se hizo a la trágala, y con el garrote del miedo sobre los que no querían tragar.
Yo me abstengo de participar en este farsa.
Hasta la victoria siempre.
coño! se ha borrado el principio y parece que comience con culo.
Luego decís que no hay meigas.
que bueno1Empzaba diciendo que tu arti culo era muy bueno.
ni echo adrede xd
Dios, cuanta falta de teclado.
¿Te has enterado que he decretado el principio de la primavera?
Pues ala, a disfrutarla.
Menos mal que has aclarado lo de "culo" porque al empezar a leer me he dicho:"Ostras, Blanca se ha vuelto loca. Quiere hacer un gran debate sobre el culo"
Consol te quiero
Consol te quiero
Consol te quiero
Y yo a ti preciosa y mágica Blanca
Nena es que tu niegas la mayor, la constitución, así que ante eso, ya no hay nada que discutir...es lo que hay.
Consol ya es hora de actualizar el blog.
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