domingo, 13 de julio de 2008

A Marieta





Después de un despertar agónico, pues amén de sólo dormir tres hora, otra vez tuve esa pesadilla repetitiva dónde la alegría del despertar a mí sólo me dura un fugaz momento ya que la pesadilla es real y ya por mucho que lo intente porque sepa que necesitaría dormir más, no puedo volver a conciliar el sueño, es demasiada la congoja que me embarga.

Después de sabiendo como sé que yo misma podría evitar una parte de ese daño, pensar durante mucho tiempo – no sé cuanto - sin que sirviera para nada pues hora decidía comportarme de una manera y a los pocos minutos y contradiciéndome a mi misma resolvía actuar de la forma contraria.

Después de darme cuenta que, precisamente hoy, no podía por mucho que así me lo pidiera cuerpo y mente hacer como otras veces y quedarme allí, acurrucada bajo mis sábanas con la cara entre mis almohadones blancos acostumbrados ya a mojarse con mis lágrimas, sin hacer nada, absolutamente nada, excepto llorar.

Después de hacer un esfuerzo inmenso de voluntad por levantarme, ducharme, vestirme con las ropas que sé le podrían gustar a esa mujer a la que iba a ver y decirme en silencio y sin cesar “hoy tienes que estar bien, a la fuerza tienes que estar bien porque es un compromiso, y los compromisos se cumplen”. Porque así es como pienso, que lo que se dice se debe cumplir sobre todo si el no hacerlo puede causar dolor o perjuicio a alguien.

Después de tratar de buscar ayuda para salir de esa tristeza que hoy sin remedio debía alejar de mi mente y no conseguirla de nadie con los que lo intenté.

Después de agarrar mis gafas de sol y ponerme en la cara mucho, mucho maquillaje antes de entrar en ese coche en que habría de pasar tres cuartos de hora y en el que habría de seguir intentando con ahínco alejar mi sufrimiento para poder así fingir como cada vez que ocurren estos encuentros míos.

Después de aparentar una felicidad inexistente disimulando y encubriendo la verdad, yo no sé ni cómo, para poder obsequiar a esa mujer a la que quiero tanto con lo que más desea. Porque yo sé, de hecho lo dice sin reparo alguno, que todo lo demás que hago, a excepción de los regalitos que le llevo, le da igual, completamente igual. Ella sólo quiere verme y saberme feliz. Y lo he hecho, lo he conseguido a pesar de todo y de todos, y con ello – y eso sí ha sido algo bueno en este día -, he tenido la mejor recompensa: su felicidad envuelta en sonrisas.

Después de tener que soportar un padecimiento y unas dolencias de alguien que sé positivamente exagera en exceso sin poder – al menos yo no puedo - decir nada.
.
Después de todo esto, me he tomado un café con Marieta.

Y por primera vez en mucho, mucho tiempo he oído las frases más sensatas que nadie me había dicho hasta ahora. En todo, en absolutamente todo lo que me ha comentado mientras tomaba yo ese café y ella sólo miraba el suyo, coincidía completamente, palabra por palabra con lo que pienso yo. Era como si mágicamente por fin alguien expresara lo que yo creo y siento pero que al parecer otros no comparten.

Y allí, entre sus sabias palabras, su enorme dulzura, nuestras emociones y nuestros ojos de vez en cuando un tanto empañados, después de tan desastroso día, por fin he encontrado la paz.

Gracias Marieta. Sabes que te llevo en el corazón y que te profeso un amor como a muy pocos. Pero hoy algo más debo decirte porque tú Marieta, sin saberlo, me has dado esa calma y armonía que tanto necesitaba mi espíritu.

Hoy, gracias a ti he acabado mi día con serenidad y sosiego.

Tanto buscar Marieta y ya ves, sólo necesitaba tomar un café contigo.

3 comentarios:

Xiketä dijo...

Qué bueno es tener a alguien que te entienda, que te sepa aconsejar, que se involucre contigo...eso da claridad a veces a tus problemas. No te sientes solo en este mundo a veces incomprensible.
A veces los amigos, como buenamente pueden, escuchan, pero no comprenden, eso pasa muchas veces! pero encontrar a una persona que sabe entrar dentro de tu mente, y sentir como tú sientes...eso no se puede pagar con nada.
Qué bien que hayas podido desahogarte.
Besos y ánimo.

raindrop dijo...

Me alegra muchísimo comprobar que estás en muy buenas manos :D
(siempre es un lujazo contar con una Marieta en la lista de amigos)

besos

Consol dijo...

Xiketä: La verdad es que me vino muy bien. Marieta es un ángel, un auténtico ángel. Lo que ella no consiga no lo consigue nadie.
Besos

Raindrop: Con ella, ya te aseguro que uno está en buenas manos. Gracias por tus palabras.
Besos